LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL (18)
FRANCIA
(CUARTA PARTE)
Preludio a la tragedia
Los aliados aún no sabían realmente que estaban siendo cercados. Con un tremendo sigilo y gran meticulosidad el Panzergruppe del General Heinz Guderian (ideologo de la guerra relámpago, bliztkrieg), comenzaron a entrar en el bosque de las Ardenas con tal velocidad y planificación que los Guardias de Fronteras luxemburgueses apenas tuvieron tiempo de notificar la violación de la neutralidad de su país antes de ser apresados.
El grupo de vanguardia del Panzergruppe era dirigido por el General Von Kleist, años más tarde al frente de un grupo de ejércitos en el frente oriental. Era tal la necesidad de ganar tiempo y terreno que su blindados tenían pintada un K en blanco en cada uno de ellos para indicar la prioridad absoluta de su misión. Si un vehículo se averiaba, no se reparaba, simplemente se le empujaba fuera de la carretera y se abandonaba en la cuneta junto con su tripulación.
Pronto comenzaron a tomar casi apenas sin resistencia puentes y puestos fronterizos. El día 11 de Mayo, la 7ª y 5ª divisiones Panzer dirigidas por Rommel llegaban en el norte a los aledaños del rio Mosa. Tras una serie de enfrentamientos con unidades de caballería francesas se hicieron paso hacia su objetivo.
Mientras en el canal Alberto, Reichenau se dirigía directamente hacia Amberes sin apenas resistencia. Una de las causas de esta facilidad estribaba en la ineficacia cuando no ausencia de la fuerza aerea francesa. Los británicos tampoco hicieron acto de presencia, y cuando lo hacían era un auténtico desastre.
El día 12 de Mayo, aún prácticamente nadie se había percatado de la trampa en la que estaban cayendo. Sólo unos pocos perspicaces oficiales británicos comenzaron a sospechar que estaban siendo "muy afortunados" debido a los pocos ataques sufridos por la Luftwaffe. ¿No sería que estaban siendo conducidos donde quería el enemigo? Por parte francesa, solo el general Alphonse Georges, se dio cuenta tarde que sus tropas tenía casi encima de Sedán a la Wermacht. Su reacción fue tardía. A pesar que las tropas francesas en retirada pudieron volar los puentes alrededor de Sedán, muy pronto los hábiles ingenieros alemanes construyeron pontones que les permitieron cruzar el río. Al mismo tiempo, una antigua presa olvidada permitió a la vanguardia de la Wermacht plantar una cabeza de puente en la otra orilla del río Mosa, a pesar de los esfuerzos del ejército belga.
Con Rommel en las puertas de Sedán y Guderian al otro lado del río Mosa, la trampa estaba casi cerrada. El 13 de Mayo, tras una audaz acción de Rommel, sus tropas también cruzaron el Mosa en dos puntos distintos. Por su parte, Guderian tras una fuerte discusión con Von Kleist (su superior), ordenó utilizar los Stukas de la Luftwaffe para crear el pánico entre las bien fortificadas tropas francesas que tenía enfrente. Se consiguió el efecto buscado y la coordinación del ataque aereo junto con los panzer de Guderian puso en fuga a lo que quedaba de la división 51 del ejército francés.
Con una brecha de 80 km en el frente al ejército francés solo le quedaba la opción de un contraataque que no fue posible. La orden de ataque llegó nueve horas tarde, cuando no era ya posible detener el avance de la Wermacht, fundamentalmente por la inoperancia de Gamelin junto con las circunstancias adversas que impidieron un eficaz contraataque:
-.Carreteras atestadas de refugiados belgas y tropas francesas en fuga que impedían el avance de las tropas de contraataque.
-. Falta de reacción de los mandos franceses ante la situación cambiante en cada momento. Su poca adaptabilidad les causó la destrucción de sus pocos blindados y la aniquilación de los aviones de la RAF que fueron enviados sin conocer que existía un eficaz fuego antiaereo.
-. La audacía y genio militar tanto de Rommel como de Guderian que se anticipaban a todos los movimientos aliados en cada momento.
Mientras todo esto sucedía en el norte de Francia en los Paises Bajos la situación era desesperada. En todo momento el ataque a Holanda fue previsto como un ataque de distracción del objetivo principal que era cercar al ejército aliado. Sin embargo, todo rodaba sobre ruedas para los nazis. Pronto los holandeses se rindieron al XVIII ejército alemán, por iniciativa del general Winkelmann. Mientras se negociaba la rendición de Breda un ataque sorpresa de la Luftwaffe provocó 30.000 victimas entre la población civil. Así pues, con el ejército holandés aislado y para evitar más victimas como en el caso de Breda, Winkelmann decidió rendir su ejército. Hitler una vez conocida la rendición ordenó un desfile de la SS Waffen Liebstandarte Adolf Hitler en Amsterdam para mayor humillación de la población.
Asimismo el I ejército francés combatía junto al río Dyle mientras intentaba replegarse. Cada vez la situación se tornaba más desesperada.
FOTOS: LA WERMACHT CRUZANDO EL RIO MOSA EN PONTONES PREFABRICADOS, PANZERGRUPPE CRUZANDO LAS ARDENAS, VON KLEIST, GUDERIAN Y ROMMEL, WERMATCH CRUZANDO EL MOSA, ALPHONSE GEORGES, GENERAL WINKELMANN
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