EL HIJO DE SAUL
(2015)
LASZLO NEMES
Magnífica película húngara, rodada con largos planos secuencias siempre enfocando al protagonista en planos cortos y con el fondo desenfocado, lo que le da un aire angustioso y claustrofóbico. Aparte de sus valores artísticos, es película necesaria, ya que nos recuerda el fin último de los fascismos totalitarios y racistas. En una Europa donde la memoria histórica es olvidada con frecuencia, y donde los partidos ultraderechistas, xenófobos y nacionalistas a ultranza, avanzan (incluso incorporándose a gobiernos) con el espejo del nazismo y el fascismo.
Saúl es un judío húngaro que actúa como sondernkommando (prisionero obligado a trabajar hasta su ejecución/asesinato) en Auschwitz. Un día cree encontrar entre los muertos a su hijo. A partir de aquí, Saúl entre la confusión y el caos del campo de exterminio y el peligro inminente que siempre rodea la vida de todos los prisioneros, vive con el único fin de salvar del horno crematorio al cadáver de su supuesto hijo.
Rodada en 35 mm, se trata como ya hemos dicho de una espléndida película que nos debe hacer reflexionar sobre muchos temas que creemos que han sido superados, pero que a la vuelta de la esquina nos están esperando sus fantasmas. Debemos tener siempre un pensamiento crítico que nos haga analizar y tomar decisiones lo más acertadas e independientes posibles. En un mundo donde a través de la televisión fundamentalmente, contaminamos nuestro intelecto con programas estúpidos debemos volver a alimentar nuestra mente con libros, películas y programas que nos desvelen como ha sido y como es el mundo que nos rodea. Con una población culta y formada, repetir errores históricos será más difícil para todos.
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